viernes, 24 de febrero de 2012

Im becoming insane

Wake me up before I change again
Remind me the story that I won´t get insane
Tell me why it´s always the same
Explain me the reason why I´m so much in pain


Before I change again...
Remind me the story that I won't get insane
Before I change again...
Remind me the story that I won't get insane


 I'm Becoming Insane!!!

miércoles, 22 de febrero de 2012

Tripping

Estoy sentada junto a una fogata, un fuego que se ramifica a través del manto de oscuridad que nos rodea, una y otra vez copula con la noche en oleadas hipnóticas. Recordé que el fuego nunca vence la oscuridad, recordé que nada destruye a la oscuridad por completo, una lengua de fuego me susurra al oído, “la oscuridad es la nada y el todo, es el lugar en donde todos volvemos a ser uno, nosotros sólo iluminamos para que se sienta más orgullosa”. El fuego crece, la noche parece más oscura que nunca, las estrellas comienzan a apagarse, nadie quiere interrumpir el espectáculo. Miro a mi alrededor, un amigo, un desconocido, una mujer desnuda y sin rostro y el espíritu de un árbol de otras épocas me miran y me preguntan al mismo tiempo “¿Estás bien?”, sus rostros se deforman, se mezclan y se convierten en algo parecido a mi figura, yo me miro desde múltiples miradas, me pregunto: “¿Estás bien?”, en ese momento me doy cuenta que soy un amigo, soy un desconocido, soy una mujer sin rostro y ahora sin cuerpo, soy el espíritu de un árbol, en la noche soy todos y lo más aterrador, todos son “Yo”. Estoy asustado, siento como ellos tienen el control de mi cuerpo, mueven mis manos, mis pies, me hacen bailar como el fuego, me doy cuenta que ahora yo soy el fuego, veo un hombre mirándome, lo veo asustado aunque pretende parecer tranquilo, veo su miedo en forma de gusanos brillantes que salen de los bordes de su cuerpo, me acerco a él e intento tranquilizarlo: “la oscuridad es la nada y el todo, es el lugar en donde todos volvemos a ser uno, nosotros sólo iluminamos para que se sienta más orgullosa”. Mis palabras me asustan, veo pequeñas geometrías desconocidas de colores intensamente brillantes al mismo tiempo que siento pequeños témpanos explotar en mi pecho, sonrío: “A ella le encanta la lluvia” pienso, miro mi pecho, las pequeñas y heladas luces lo estás perforando, tendido en el suelo, mirando el cielo, me estoy derritiendo, de mi espalda se escurren colores que todavía no tienen nombre, la tierra está bebiendo esos colores, la tierra me está bebiendo, goteo mi esencia, poco a poco voy transformándome en luz, mi cuerpo va desapareciendo, nada sólido queda en mí, no tengo figura, sin embargo me siento más Yo que nunca, siento que nunca antes fui tan real. Ahora soy luz, una luz mucho más tangible que cualquier objeto que haya tocado en mi vida, tomo consciencia de que toda esa imponente luz era también en esencia, oscuridad, las palabras suenan contradictorias en mi cabeza pero en este plano todo era claro, no existían palabras, estructuras que usen los opuestos para inventar imposibles, imposibles tan ficticios como las máscaras que usamos para explicar cómo somos. Siento que pudo ser cualquier cosa e intento probar mi hipótesis, intento pensar que deseo ser, elijo ser la brisa de la mañana, y ahora estoy moviéndome a través de las hojas de los árboles más altos de la selva más espesa perfumándolas, atravieso la piel de los animales que aún duermen y los despierto, vuelo sobre la superficie de un río, lo acaricio y pienso en que más quiero ser, quiero ser todas las personas, ver a través de sus millones de ojos y pensar a través de sus millones de mentes, una voz me detiene, “Despacio, todo a su tiempo, la exploración de sólo una de las millones de mentes que existen te llevará una eternidad, cada mente es un universo infinito en continua expansión”, veo millones de estrellas fulgurantes, esas estrellas se convierten en destellos, chispas, flotan a mi alrededor, Yo estoy en el centro, miro una de ellas, brilla como las demás pero la siento distinta, entro en ella, dentro millones de destellos más se transforman en chispas, chispas de un fuego que se ramifica a través de un manto de oscuridad y que una y otra vez copula con la noche en oleadas hipnóticas, alrededor de ese fuego está acostado un hombre parecido a mí, a su lado, un amigo, un desconocido, una mujer desnuda sin rostro y el espíritu de un árbol de otras épocas.