jueves, 14 de julio de 2011

Esperanza

La esperanza puede matar… y lo hizo, conmigo, hace una eternidad… esperé tanto, que ahora no puedo parar… jamás, quise todo aquello que no necesité, pero jamás obtuve aquello que realmente era mi aire. Viví, a pesar de las lágrimas, a pesar de la falta de aliento en esos momentos, donde N A D I E te ofrece una mano y te levanta…
esperando…
hasta que me cansé… y ahora, nada ni nadie, podrá pararme… porque ni siquiera tú lo entiendes… porque a pesar, de todos esos errores, que soy… no me arrepiento de nada o si. Pero ya no hay vuelta atrás, no se puede desrespirar… no puedo volver a tragar todas esas lágrimas, todo ese cambio que sufrí y que ahora, me definen… porque a pesar, de lo que muchos saben de mi definición… o más bien, de lo que creen que soy… o que fui, no se puede comparar, a la seguridad con la que tengo mi definición anclada en cada milímetro de mi piel…
El tiempo te hace madurar… y a veces, eso conlleva a decir cosas que realmente necesitas decir y no te puedes permitir callar… a aquellos que esperan una respuesta, yo no se las daré, será el tiempo, el que te enseñe a verla… y ni siquiera tendré que hablar.
El tiempo, es una constante decreciente en todos nosotros… y todos los días al mirarme al espejo, me pregunto si el intercambio por hechos, es el adecuado… yo creo que sí.

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